De la segunda parte de la boda de Natalia y Marcos tenemos poquitas fotos porque no paramos de trabajar, pero alguna cosita sí que podemos enseñaros. :)
Un marco enorme con carteles colgados con minipinzas recibía a los invitados. Cada mesa llevaba el nombre de una canción de Os Cuchufellos, el grupo en el que toca el novio y con los que nos lo pasamos genial durante toda la comida. ¡No veáis qué marcha entre plato y plato!
Otro detalle genial y muy personal es que Natalia y Marcos decidieron que el champán no iba con ellos y cambiaron la tradicional copa del brindis por un botellín de Estrella Galicia. Ya en las mesas, además del menú, diseñado en la línea del resto de la papelería, colocamos sobre cada plato una ramita de romero del jardín de la madre de Natalia con una tarjeta muy personal de agradecimiento a los invitados por compartir con ellos un día tan especial. Es un detalle pequeño que gustó un montón, y nosotras pasamos una tarde de los más agradable con la novia, su madre y su hermana el jardín de su casa cortando ramitas y atando etiquetas. ¡Es lo que más nos gusta de este trabajo! :) En la comida, además del romero, las hortensias fueron las protagonistas.
Y, ahora sí, el gran éxito de la boda. Maletas antiguas de cuero llenas de disfraces, un marco, rotuladores, cuencos llenos de minipinzas… ¡y una cámara instantánea! Si os digo que en el segundo plato solo se veían sombreros, alitas y boas de plumas, y que las cien fotos que habíamos comprado no llegaron al postre, os podéis imaginar el resto. :)
Nos habéis reprochado en privado que no haya fotos de los novios, pero es que nuestras fotos caseras no les hacen justicia. Así que vais a tener que esperar a las fotos oficiales para alucinar con una de las novias más guapas del universo. Sí, del universo, como os lo cuento.
¡Un beso enorme y feliz lunes!