Un año lleno de cosas

El día de Nochebuena por la tarde me encontré con un conocido al que hacía mucho que no veía. «Anda, ¿tienes un blog? ¿Y de qué va?». Se hizo el silencio. ¿De qué va? ¡Pues de bodas, claro!, iba a responderle. Pero no, no estaba tan claro.

Que somos wedding planners sí está claro. Diseñamos eventos, producimos fiestas a medida, organizamos bodas y nos lo pasamos pipa en el proceso. Pero el blog… menudo batiburrillo es el blog.

Hemos hablado de viajes, hemos paseado por Nueva York con la guía para principiantes volumen 1 y volumen 2, de sus mercadillos maravillosos y de los restaurantes sin gluten, nos hemos trasladado a Gambia, maravilla de África y hemos recorrido parte de Indochina y reflexionado sobre la felicidad de viajar. ¿Va este blog de viajes?

Con mi mudanza, llegaron los post de decoración. Nos enamoramos del capitoné, de las mesas de madera con sillas blancas, de los marcos vacíos y de las revistas apiladas. Me habéis ayudado a elegir un sofá amarillo y una mesa de centro con ruedas, hemos reciclado y aplicado la regla de las tres erres una y otra vez y hasta me he infiltrado en casa de mi hermana para enseñaros su árbol… ¿Va este blog de decoración?

A pesar de cocinar fatal he compartido con vosotros dos recetas maestras: el famoso (y ya no tan secreto) brownie de Iván y las tortitas de reno. :) ¿Va este blog de cocina?

He compartido momentos privados con vosotros, algo que nunca pensé que haría, muchas reflexiones, deseos y unas cuantas aventuras. Y no solo me he sentido cómoda sino que todos vuestros comentarios los han hecho más especiales si cabe.

La sesión de fotos con mis amigos, nuestra fiesta de segundo aniversario en el barquito, con baño incluido, el cumple de Jimena, el día que volamos y vuestra favorita, mi boda en Las Vegas. ¡Creo que aún me pongo roja con esta última! Las inseguridades de no ser perfecta, de no saber qué ponerme o mis deseos de cumpleaños para el año siguiente. ¿Es este blog una especie de autobiografía?

Hemos hecho, o al menos nos hemos inspirado, en un montón de proyectos y manualidades. Desde un panel de invitados con craspedias para bodas pequeñitas a plantar nuestro propio minihuerto o recopilar mil vasitos de yogur. Hemos soñado con aprender a coser y a hacer fotos chulas. Hemos enmarcado golosinas como si fueran obras de arte, hemos querido regalar cantos rodados a nuestros invitados, ¡hemos hecho hasta serigrafía! Y, por supuesto, nos hemos perdido en un mar de flores en Madrid y Barcelona. ¿Va este blog de manalidades?

Y aún se quedan un millón de cosas en el tintero que acabaré de contaros mañana pero, a estas alturas, es obvio que tengo que pediros ayuda. La próxima vez que alguien vuelva a preguntarme, ¿de qué le digo que va todo este sarao? :)

¡Un beso enorme y feliz jueves!

Indara